Retomando lo que explicábamos en la entrada anterior, consideremos cómo se construyo este monumento megalítico.
Según se ha estudiado, los primeros indicios de su construcción datarían del ± 7500 a.C., y comenzó con una sencilla operación de diseño geométrico.
Un grupo de "observadores" se ubica en centro del área determinada para las observaciones, contempla durante un período de tiempo los eventos astronómicos (pongamos unos 20 años o 260 lunaciones, esto viene a ser 13 meses lunares por "año", la base del calendario lunar que utilizaban muchas culturas del pasado, y que aún hoy utilizan los países orientales, los países musulmanes, etc.).
Reunida estas observaciones, un grupo de "agrimensores" establece el diámetro que necesitan para erigir el "observatorio".
El método utilizado es sencillo: se clava una estaca en el centro del futuro "observatorio" y se extiende una soga de piel de buey de unos 50 metros, sujeta a ella va otra estaca que permite trazar un surco; este rudimentario "compás" es la primera herramienta utilizada en el trazado del futuro "templo-observatorio".
Al mismo tiempo, otro grupo de "agrimensores", con unas varas que les servían para medir, iban comprobando que la cuerda no se hubiese alargado durante el trazado del círculo, o sea, que no sufra una tracción del material que deforme la figura dibujada.
A continuación se cavaba un terraplén a ambos lados de la marca, la altura de ambos terraplenes es de casi 2 metros.
A 35 kilómetros de distancia, un grupo de "picapedreros" cortaban y daban forma an las piedras con agua, fuego y repetidos golpes. Una vez cortadas las piedras, se transportan mediante un sistema de arrastre constituido por un trineo de troncos, en el cual se ataba a la piedra con sogas de fibras de vegetales, y una serie de troncos desbastados eran los rodillos que facilitaban su transporte.
Cuando llegaban al lugar del "observatorio", procedían a la erección del bloque del sarsen.
En el lugar se cavaba un agujero rectangular, con uno de sus lados en forma de rampa (orientado hacia el exterior del círculo), se iban colocando postes frente a la rampa, dentro de la fosa. Se ingresaba el bloque sarsen; y, para elevarlo, se va construyendo una torre de troncos entrecruzados. A medida que el bloque se elevaba, crecía la torre de troncos, agregándose los troncos necesarios, se utilizaban largos troncos con sogas como palancas, además de que otro grupo esta tensado unas largas sogas de fibras vegetales del lado opuesto.
Este proceso se repitió hasta completar el círculo, demostrando una gran coordinación del esfuerzo comunitario para erigir el "templo-observatorio". Al mismo tiempo se iban coronando las jambas con dinteles (otras piedras sarsen): ello mediante una serie de troncos entrecruzados en forma de prisma rectangular. Se va levantando cada extremo de la piedra mediante largas palancas, a cada "punta" de la piedra a elevar se calza un tronco. Una vez alcanzada la altura, se calza, lentamente, sobre las jambas.
Estos son -a grandes rasgos- los pasos seguidos para construir la estructura principal de Stonehenge: un notable trabajo que insumió unos 5700 años de trabajos de perfeccionamiento.
Recuérdese que el conjunto, que ha sobrevivido hasta el presente, data del ±1800 a.C., por lo que cumpliría en este año 2010: unos 3811 años de erigido.
Fuentes citadas:
Si, ya imagino que se estaran preguntando: "¿No era del año 7500 a.C.?"
Si, el primer conjunto tendría hoy: 9511 años... así y todo, los primeros elementos fueron troncos (unos 41 según cálculos de C. A. Newham) y la Heelstone (1).
Esto nos lleva al funcionamiento de Stonehenge como "computador neolítico", acertado término acuñado por Mario Zanot.
Las principales relaciones astronómicas de Stonehenge son el Sol y la Luna. Citaremos a continuación unos párrafos del libro de M. Zanot, relacionados con estos dos astros:
"Stonehenge y el Sol
Desde el centro de Stonehenge se ve salir el Sol, día tras día, en un sector nordeste-sureste de unos 80º, comprendido entre la abertura y una parte del terraplén. El astro tarda seis meses en desplazarse desde una máxima declinación norte de + 24º, correspondiente al solsticio de verano, a una mínima de - 24º, correspondiente al solsticio de invierno. El ocaso se verifica en dirección opuesta, en el cuadrante sudoeste-noroeste. Cabe indicar que el amanecer del día del solsticio de verano es opuesto al ocaso del día del solsticio hiemal, y que el amanecer del solsticio de invierno es opuesto al ocaso del solsticio de verano. (.............) En el punto de máxima declinación norte de + 24º, solsticio de verano, los hombres de Dorchester situaron la Heelstone. Hoy, la exactitud de esta alineación no es total, debido a la inclinación del monolito y a una ligera oscilación del eje de la Tierra, que determina, con el correr del tiempo imperceptibles desplazamientos de los puntos de salida del Sol." (2)
"Stonehenge y la Luna
(.............)
Ya que nuestro satélite ocupa en invierno las posiciones que el Sol ocupa en verano, hay que esperar los días del solsticio hiemal para verlo aparecer en el espacio de abertura del terraplén. Pero, por efecto de la inclinación de su órbita de unos 5º respecto al plano de la eclíptica, la Luna no sale nunca por el mismo sitio como el Sol. En los 18,61 años del período de regresión de los nodos, oscila desde una declinación norte de + 29º a una de + 19º. Desde su punto de observación, los hombres de Dorchester veían, pues, salir la Luna a un máximo de 8º a la izquierda de la Heelstone, y luego de desplazarse, de año en año, hasta alcanzar al cabo de unos nueve años un mínimo de 8º a la derecha. En los sucesivos años, necesarios para describir un período completo de los nodos, la Luna habría regresado hacia la izquierda, volviendo a ocupar más o menos las mismas posiciones. Debido a esto, también en su trayectoria hacia el sur, nuestro satélite tiene dos puntos de máxima y de mínima, correspondientes a las declinaciones de - 19º y - 29º. El sector nordeste-sudeste, ocupado por este movimiento, varía desde un mínimo de 60º hasta un máximo de 100º. Naturalmente, el ocaso se verifica por la parte opuesta del sector." (3)
(.............)
Ya que nuestro satélite ocupa en invierno las posiciones que el Sol ocupa en verano, hay que esperar los días del solsticio hiemal para verlo aparecer en el espacio de abertura del terraplén. Pero, por efecto de la inclinación de su órbita de unos 5º respecto al plano de la eclíptica, la Luna no sale nunca por el mismo sitio como el Sol. En los 18,61 años del período de regresión de los nodos, oscila desde una declinación norte de + 29º a una de + 19º. Desde su punto de observación, los hombres de Dorchester veían, pues, salir la Luna a un máximo de 8º a la izquierda de la Heelstone, y luego de desplazarse, de año en año, hasta alcanzar al cabo de unos nueve años un mínimo de 8º a la derecha. En los sucesivos años, necesarios para describir un período completo de los nodos, la Luna habría regresado hacia la izquierda, volviendo a ocupar más o menos las mismas posiciones. Debido a esto, también en su trayectoria hacia el sur, nuestro satélite tiene dos puntos de máxima y de mínima, correspondientes a las declinaciones de - 19º y - 29º. El sector nordeste-sudeste, ocupado por este movimiento, varía desde un mínimo de 60º hasta un máximo de 100º. Naturalmente, el ocaso se verifica por la parte opuesta del sector." (3)
Estos detalles de la construcción de Stonehenge, llamaron la atención de Gerald Hawkins (que venía investigando al conjunto), el cual: "Aplicando la ley de Bernoullí, dedujo que había una posibilidad entre un millón de que las piedras o los postes de madera hubieran sido colocados en aquellos sitios por pura coincidencia." (4) Recordemos que la etapa previa a la erección del conjunto llevo un tiempo de observaciones y mediciones de los eventos a tener encuenta. Como ven, el trabajo de sus constructores fue fruto de pacientes observaciones, conocimientos empíricos, herramientas basadas en las máquinas simples (palanca), materiales perecederos (sogas, troncos) o no (las piedras sarsen)... todo muy humano, todo muy ajeno a ciertas teorías ajenas a "seres superiores", "alienígenas", etc. algo de lo que enorgullecernos como especie, ¿no les parece?
1) Zanot, op.cit., pp.119-21
2) Ibidem ut supra, p.114.
3) Ut supra, p.117.
4) Ibidem, p.123.
2) Ibidem ut supra, p.114.
3) Ut supra, p.117.
4) Ibidem, p.123.
Sobre las ilustraciones:
Las ilustraciones utilizadas en el presente artículo provienen del libro de Mario Zanot.
Bibliografía consultada:
*Hernández, Salvador: Los indios que conquistaron el cielo, revista GEO Nº 55, Madrid, agosto de 1991. (Artículo de divulgación que aporta algunos datos sobre este tema).
*Hernández, Salvador: Los indios que conquistaron el cielo, revista GEO Nº 55, Madrid, agosto de 1991. (Artículo de divulgación que aporta algunos datos sobre este tema).
*Niel, Fernand: Stonehenge. El templo misterioso de la Prehistoria, colección: Realismo fantástico N° 89, Plaza & Janés, S.A., Barcelona, 1976. (Otro texto que expone datos y gráficos sobre el uso astronómico del complejo en cuestión).
*Wernick, Robert: Los constructores de Megalitos I y II, colección: Orígenes del Hombre Nº 15 y 16, Time-Life Books Inc., Ediciones Folio S.A., Barcelona, 1994. (Interesante enciclopedia que expone el estado de los conocimientos en ese momento).
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar